POESÍA JAPONESA
Debes aprender en la noche eterna, a recordar las palabras del amor que dijiste que me tenías. No dejes que la oscuridad te lleve y sea tu dueña,
“¡Oh corazón mío, no te levantes …… duerme corazón, te canto una nana.… que te sienta latir. Huelo a vela, a flores... el aroma… una ternura, que nunca hubiera ima…
El miedo cierra puertas, se corren las ventanas de los ojos en el silencio de la noche. Estrellas rayan el cielo
Paseando Subiendo la cuesta de Gomérez pen… hombre ya mayor, vestido de una ma… Me asombré al verlo tan fresco ¡M… Versaba en voz alta de una manera…
Con hilo de oro tejen las nubes albas rayos de sol. En sus orejas zarcillos de coral,
Pasar la noche bebiendo de tu boca sorber tu vida en este ocaso ardiente. Detengo el tiempo,
Prometimos amarnos te diste cuenta de que las cosas n… como queríamos, me dices que el dolor pasará pero no desaparece, no se va, esto…
De mil colores en el cabello negro, son sus adornos. Su tez blanca embellece con polvo arroz,
Me siento bien así rompo un par de corazones cada día por el que me rompieron a mí. Voy paseando por medio de Graná tarareando una canción
En la cama alba soñaba que soñé, que estaba aquí. Hilan las nubes hebras de lluvia fina
Esta noche deseo poseer tu cuerpo deleitarme en tu mirada besar tu boca ardiente como la pasión que te embarga.
Eres tanto... pero no bastante, suspiras como si fueras único, y eres, como esos vestidos que salen de fábrica repetidos. Porque miras pero no de frente,
Tienes los ojos más bonitos del mu… tanto, que me deslumbra la luz que hay en ellos, mil luciérnagas en t… pupilas mirándome, hacen que tiemble en esta noche de verano.
Trenzas sedosas, acarician tu tez, de nácar puro. Tus ojos dos luceros, que alumbran noches,
En mi calleja una casa encalada me está volviendo loca. Entre las rejas miro sus piernas firmes