POESÍA JAPONESA
Tu dulce cuerpo, enredado en mis manos, en blancas sábanas. Ojos zafiros son los que me iluminan,
Entre hoja verde mariquitas andando gotas brillando
Ese poema me contó amores tuyos, Y lo rompí. En la ciudad parejas paseando,
Somos los puentes de luz que unen la tierra belleza viva con el fulgor del cielo iluminando vidas
Hacedor de amores rotos poemas equivocados murmullos de tristeza entre las aves que vuelan no dejes que me deshaga
Paseo Mujer del kimono de colores, con qué donaire llevas la sombrill… bajo las bellas shakuras rosas tú pelo resalta su negro azabache.
Flores de almendro abanico de muerte piel nacarina Cara pintada, instintos asesinos.
Que me gusta tener un sueño pero de hadas de tierra y agua ay, a esa ave saco la lengua cansado me poso en un leño Aquel gnomo me tiene en ascua,
Daría todo, sí daría todo lo que t… mis vestidos, mi casa, daría media… dormiría desnuda en un banco por una simple respiración, el dolor me está comiendo
En aquel garito te vi estabas con una chica se te veía tan feliz... Me pregunto por qué no hui, pedí un vodka y me senté
Siento cuando tú no estas, y yo, siempre quiero estar contigo ni un segundo sin que mis pupilas se hundan en las tuyas compañero de vida
Esas cercetas van comiendo gusanos. Casi es otoño.
Miro la luna, hoy se muestra redonda blanca, sonriente El agua acuna el torrente del río
Estabas en el pasado estabas que yo lo vi comiendo rabia bebiendo dolor. Las palabras eran puñales
Estación Con qué alegría se viste de colores la bella primavera. Las margaritas