¡Qué bonitos los versitos!... —me decía don Julián—. Y aquella frase tenía

Bandera que aprisiona el aliento de Abril, corona tu torre de marfil. Cual princesa encantada,

La estéril gran señora desespera y odia su gentil talle cuando pasa la pobre cocinera con seis hijos y medio por la call…

Cabe una fresca viña de corinto Que verde techo presta al simulacr… Del Dios viril, que artífice de A… En intacto pentélico labrara, Un día alegre, al deslumbrar el mu…

Vienes? me llega aquí, pues que su… Un soplo de las mágicas fragancias Que hicieran los delirios de las l… En las Grecias, las Romas y las… ¡Suspira así! Revuelen las abejas

Puso el poeta en sus versos todas las perlas del mar, todo el oro de las minas, todo el marfil oriental; los diamantes de Golconda,

En tus ojos un misterio; en tus labios, un enigma, y yo, fijo en tus miradas y extasiado en tus sonrisas.

Una mañana de invierno hallé en el suelo, aterido, con el cuerpo todo trémulo y alas húmedas, un mirlo. «Hasta con las pobres aves

A saludar me ofrezco y a celebrar… tu triunfo, Amor, al beso de la es… mientras el blanco cisne del lago… en el mágico parque de mis triunfo… Amor, tu hoz de oro ha segado mi t…