#Modernismo #Nicaragüenses #SigloXIX #SigloXX #1887 #Abrojos
Tengo de criar un perro, ya que en este mundo estoy. No me importa lo que sea, alano, galgo o bull-dog; lo quiero para tener
Dio luz a sus estrofas el cielo az… Le atrajo con su inmenso fulgor el… Ciñeron su cabeza los lauros de la… Y fueron sus hermanos los hijos de… Las máscaras le dieron las Gracia…
Margarita está linda la mar, y el viento, lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar;
De una juvenil inocencia qué conservar sino el sutil perfume, esencia de su Abril, la más maravillosa esencial Por lamentar a mi conciencia
Libre la frente que el casco rehús… casi desnuda en la gloria del día, alza su tirso de rosas la musa bajo el gran sol de la eterna Harm… Es Floreal, eres tú, Primavera,
¡A aquel pobre muchacho le critica una copa y un albur, ese viejo borracho que tiene cincuenta años de tahúr!…
He aquí la exacta copia de un caso digno de fe. Lo cuento tal como fue, pues no es de cosecha propia.
A las doce de la noche, por las pu… y al fulgor de perla y oro de una… sale en hombros de cuatro ángeles,… San Silvestre. Más hermoso que un rey mago, lleva…
Amar, amar, amar, amar siempre, co… el ser y con la tierra y con el ci… con lo claro del sol y lo oscuro d… amar por toda ciencia y amar por t… Y cuando la montaña de la vida
Yo fui un soldado que durmió en el… de Cleopatra la reina. Su blancur… y su mirada astral y omnipotente. Eso fue todo. ¡Oh mirada! ¡oh blancura! y oh, aq…
He aquí el coro que entonan los vagos y los mendigos: —¡Guerra a muerte a los banqueros que repletan sus bolsillos! Regla general: –Los pobres
Rey de los hidalgos, señor de los… que de fuerza alientas y de ensueñ… coronado de áureo yelmo de ilusión… que nadie ha podido vencer todavía… por la adarga al brazo, toda fanta…
¡Argentina! Tu ser no abriga la riqueza tentacular que a Europa finesecular incubó la furia enemiga. Y si oyes un día explotar
Se ha casado el buen Antonio, y es feliz con su mujer, pues no hay otra más hermosa, ni más dulce, ni más fiel, ni más llena de cariño,
Cantaba como un canario mi amada alegre y gentil, y danzaba al son del piano, del oboe y del violín. Y era el ruido estrepitoso