#Cubanos #Matanceros #Mujeres
A la esperanza vuelvo, a la madera que construyó mis días importantes… a la extraviada primavera de antes. A la justicia de mirarlo todo
Los besos se me han vuelto telarañ… la casa se ha venido abajo, se derrumba; ya está rota aunque tiembla entre gajos y vitra…
Vuelves a renovarme el don perpetu… Otra vez eres ése que me enseñó las señales del alba… el que salvó una hormiga en el bor… Vuelves para pedirme que reúna
Se llamaba Mercedes, Y era buena. Dicen que todo el mundo la quería. Con su sonrisa ajena una estatua de niebla parecía. Se llamaba Mercedes. Y no existe
Muchacho loco: cuando me miras solemnemente, de arriba a abajo, siento que arrancas tiras y tiras de mi refajo. Muchacho cuerdo: cuando me tocas
Pero jamás me pidas la tristeza gu… (Hay una flor que late y un pájaro… y para no escucharme el alba se de… porque yo sigo siendo la nunca aco… De estar un poco mía y otro poco c…
En una carta donde digo: amado, y después otras cosas en que explo… Es una carta simple, con un loto y la letra del ángel dominado. Una carta donde digo: usado
Cuenta el pobre los fósforos y el rico sus palacios; aquél se ha salvado de las adulaci… y el dinero. Sus manos no pueden aplaudir en la…
Una mujer escribe este poema donde puede a cualquier hora de un… en el siglo de la avitaminosis y la cosmonáutica tristeza deseo no sabe qué
El mío, el importante, el que me d… perfecto como el jueves o el veran… Este que nunca pierdo, casi herman… lo menos frío, la mayor dulzura. El comparable a un soplo en la cin…
Pregunto si llevo corazón cuando despierto el peligro entre… si me equivoca cuando preparo la única trinchera en su garganta.
Amor, ¿cómo es que vienes a darle al pensamiento tu estocada si estoy entre las sienes —débil mujer a golpes decorada— y apenas tengo trato con la aurora
Salud, mi bandera. Salud en la fe… ¡Salud...! Un rosario de versos y flores para tu señera, fantástica historia. Salud, mi bandera.
Andaba yo volando por el suelo, sin zapatos, sin mi traje de nube de las nubes; sola para tus manos, patética,
Te levanto la noche de la vida. Deshilvano una luz para tus sienes… Te visito en el agua y no me tiene… Cuando llego ya soy la despedida. Se desangra tu voz como una herida