Vuelve la vagabunda luna al cielo,
vuelve a la rama la temprana flor,
al dolorido ser vuelve el consuelo
y del consuelo en pos vuelve el dolor.
Vuelve la nave de latina vela
al puerto en que dejó un mentido adiós,
vuelve el Recuerdo al cementerio y vela
lo que ha sido mirada, beso y voz...
Pero no vuelve el día en que te he visto
por la primera vez, ni vuelve el día
en que te pude hablar y no te hablé;
pero no vuelve al pecho que contristo
el mal que daba vida cuando hería,
ni el tiempo de esperar lo que esperé.