Tornasolando el flanco a su sinuos… paso va el tigre suave como un ver… y la ferocidad pule cual terso topacio el ojo seco y vigoroso. Y despereza el músculo alevoso

Cuando en las fiestas vago en el s… desde las tierras altas la mirada de albatros tiendo a la ciudad car… de hombres, la lado del Estuario t… Como en una visión de grandes vall…

Cuando contemplo mi presente estad… y aquello que tenía y lo que hacía… llamo al buen tiempo de vivir, pas… pues todo lo de ahora es cobardía. Pero a veces no sé qué cosa hermos…

¿Qué es esto? Ayer no más árbol d… Y seco, abandonado, inmóvil, mudo. De nuevo al cielo azul joven te el… Pomposamente lleno de hojas nuevas… Y aquellas ramas rotas que tenías,

Cuerpo, que vas hollando las viole… de las cosas humildes y secretas y sintiendo con una despedida el perfume del árbol de la vida, sereno vas con la ambición quebrad…

Te has ido y no te has ido; te ale… En mi mirada estás cuando te llora… siempre te llora porque te ausenta… Me basta ver la casa en que vivist… la puerta, el árbol deshojado, el…

Soñé con un jardín noble y perfect… de color mortecido y atenuado, inmutable, severo, sosegado, antiguo y uniformemente recto. Dos paredes de evónimos oscuros

Motivos de aflicción me han puesto… y a pesar de su rígida porfía, no es razón de tenerlo a insulto t… sino cual preferencia y cortesía. Al cabo esa su enérgica enseñanza

Si la muerte es final, total olvid… el alma, en ese sueño no sentido, nada es, pues no sabe que ha vivid… nada, pues de sí misma está vacía. O, acaso, sombra es de lo que ha s…

Los álamos están como soñando, quietos en la dulzura vespertina; bajo la rutilancia mortecina del sol la fronda muda está soñand… Todo está mudo como siempre cuando

Mientras la tarde ponga la diadema de su fulgor letárgico y tranquilo… moribunda gloriola, en la suprema fronda del tilo; mientras mi sentimiento tenga asil…

Quien tenga algún secreto engaño p… la compasión de la escondida vida, quien ame de apacible amor la impl… y un austero retiro rememore que a la fidelidad que no perece

¿Dónde está aquella audacia blanca… que imperativa, enérgica y audaz tiraba un guante al rostro de la M… y este nombre tenía: ¡Siempre Más… La que de pie, la mano en la cader…

¡La triste suerte mi divina suerte de no sentir la herida de la muert… Siempre esperando lo que nunca lle… siempre esperando pero siempre cie… Hogaño espera lo que ayer quería,

Si soplar es vivir, viví. Mi prop… sangre gusté y en verso la celebro… Volqué como divina cornucopia mi corazón colmado en el cerebro. Viví sintiendo mi rumor, hablando