The Algerian woman, by Henri Matisse
Ana Victoria Arnulphi

Oriente

Como dos astas maduras
se va cayendo mi consciencia profunda y enraizada.
Solo encuentro alivio en el recorrido constante que hacen mis ojos
 
Por hoy,
hay una mirada que no se perdió en lo soluble,
que se fijó como un ombligo comunicante en el medio de tu cuerpo.
Por hoy
nos invitaron a zambullirnos en lo incierto
brazada por metro
respiración lenta y explosiva.
 
Por hoy
no te regalo el tiempo
pues por hoy, la realidad no existe
solo existe lo que pulsa y en mi pulso escucho
un susurro de ancestros:
 
Para abrir el vientre seco de la tierra,
yo nadé esas aguas profundas de lo desconocido,
me convertí en nutriente fértil
y también dejé de pulsar.
 
Por hoy y por siempre soy,
como dos astas nacientes
con mi gesto auténtico:
templo al tiempo
nazco
muero
y vuelvo a nacer.

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