Ana Victoria Arnulphi

Gualicho

Hay una torta quemada
y un mate salado
en la alacena del baño
 
También amaso en al cocina
un gualicho
mezclé:
mieles venenosas y de albahaca hojas secas.
 
Ayer se cancelaron todas
las flores de la temporada
y en el patio solo hay
chalas muertas
y una flaca hambreada
que maúlla con dolor.
 
Hoy descanso sobre un colchón
de pezones mordidos
perlas
y polvo.
 
Y desde mi casa te miro
desde mi orden de advierto:
hay aires de brujería,
el desasosiego no mitiga los poderes
y con el gualicho entró a casa
un espíritu con olor a monte.
 
No le importó la torta quemada
ni el mate salado
solo trajo consigo
otro florecer.

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