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Abandonada a su dolor, un día en que la sombra la envolvió en su… me dijo el corazón que ella vendrí… en el milagro espiritual de un vue… Abrí los pabellones solitarios;
Tengo el decir enfermo de una nieb… oh Dios, y se me torna de humo la… Yo la deseo límpida… Yo la ambici… El valle tiene nieblas y lo veo a… Sol, oh sol, oh sol mío! Necesito…
Mientras lentamente los bueyes cam… las viejas carretas rechinan… rech… Lentas van formando largas teorías por las guardarrayas y las servent… Vadean arroyos, cruzan las montaña…
Era una cleptómana de bellas frusl… robaba por un goce de estética emo… Linda facinerosa de cuyas fechoría… jamás supo el severo juzgado de in… La sorprendí una tarde, en un come…
¡Valle de Yumurí...! ¡Inmenso val… Verdor que es una ofrenda de grati… al Yumurí risueño que te besa y fe… que no es Ganges copioso o Nilo q… sino deslizamiento de tímidas caut…
Mi corazón y yo Mi corazón y yo dejamos la ciudad. Atrás, piedra labrada a cincel, ag… estrechos callejones, suntuosos pa… multitudes, atrás...
Cada vez que hago bien, oh corazón… una dulzura fresca, cuya virtud co… veo dulces sonrisas en bocas que n… y manos invisibles que me están ap… Oh gozo, oh incomparable fruición,…
Gallarda, hermosa, triunfal, tras de múltiples afrentas, de la patria representas el romántico ideal…! Cuando agitas tu cendal
Ciñe orgullosa de Minerva el casc… El ideal que en su leyenda flota traduce un aislamiento de gaviota desmayada en un sórdido peñasco. Decir su nombre es como abrir el f…
Musa patria: pon a tono con la autóctona belleza la anacrónica realeza de tu manto y de tu trono. No es el perpetuo abandono
Está encantada y encantada queda en el recuerdo que a su luz se iri… Nadie espere que hipócrita o sumis… a cortejar el deshonor acceda. En carrera ideal su fama rueda;
Vine a decirte adiós, piedra desnu… Te quedas sola en medio de la noch… Muchas veces en ti recliné mi cabe… y tuve el sueño de Jacob. Ahora, al continuar el viaje, no me llevo
Ya estaban lejos los bronces malditos. Sobre los muertos, ya no volaban los ángeles. Solo volaban los cuervos sobre los muertos malditos.
Tres de la tarde. Aburrimiento. F… Suave olor de jazmines en mi estan… En mi mesa un león de terracota Es frágil negación de la arroganci… Literaturas clásicas apenas
Bajo el alón plumado de amplísimo… inquieres la presencia de una alti… que ha de cruzar contigo las dudas… lleno de regocijo o lleno de amarg… Acércome a tu lado… Tu frente pen…