Ahora que sé que puedo tenerte
debo andar con cuidado.
Un día de estos dejarás la puerta abierta,
me invitarás a pasar.
Me convidarás de tus labios,
me serviré de tu cuerpo,
beberé tus embriagantes besos
y tu sexo.
Te cenaré completo sin dejar migajas.
Pero al caer la mañana
me despediré de tu almohada,
tomaré mi camino,
seguiré mi destino.
Fingiré no conocerte,
nunca haberte visto.
Fingiremos ambos,
como dos condenados.
Te dejaré ir, me dejarás ir,
tal como llegamos
inadvertidos, hambrientos
Sin más que ofrecer,
sin nada en las manos.