La primavera es una temporada para florecer y crecer en actos de bondad. Es hacer que los demás sepan que pueden florecer aun en terrenos olvidados como la flor que brota en medio de un pantano, de un panteón o dentro de un sembradío de vegetales.
Hoy me sente con mi taza caliente, la bruma del te bailaba en la mesa… y un anhelo, casi adolescente, buscaba en el alma su vieja promes… No era el amor ni un sueno lejano,
El cielo te sonríe con mágico fulg… y el tiempo se arrodilla rendido e… Amalia, en tus ojos destella un vi… un faro que ilumina tu nobleya y t… Treinta y dos primaveras se visten…
Consentir a mamá, es un tributo a su amor infinito. En cada caricia, en cada palabra de aliento, ella ha tejido con hilos de ternura el refugio de nuestra existencia. Ella que nos dio ...
El viento hila su costura en los p… una luz difusa cae sobre el tejado… como si el mundo olvidara sus cont… Camino entre muros gastados, las huellas de otros pies se pierd…
Mira las flores del río, cómo se mueven con el cantar, brisa y espuma las llevan lejos, van suspirando por regresar. Vuela la brisa, juega la luna,
Nombre del alma: Roberto Antonio Perez Herrera (R… Momento de ascenso: La noche en que la música no alcan… Última nota terrenal:
Mamá, vamos juntas a pescar, pero en vez de peces, flores del m… Con nuestra red hecha de sol, atraparemos colores en un caracol. Las olas nos cantan con dulce rumo…
Eres brisa en la montaña, río danzando entre piedras, sigues senderos de luna sin mapas ni fronteras. Llevas soles en la espalda,
Te corté con la furia de un incend… cuando bastaba el roce de una llam… Llegué como tormenta cuando solo pedías rocío. Quise abrir tu alma
En el borde del día se descuelga la luz, como si alguien hubiera olvidado cerrar del todo la ventana. La brisa apenas existe.
Para hacer una mermelada que brille como el sol, busquemos siete colores ¡y un tarrito de algodón! Primero exprimimos el rojo,
El viento cambia todo en su camino… deshace las verdades que abrazamos… los gestos y promesas que forjamos se quiebran en su soplo repentino. El valor, que aparenta ser divino,
El Año Nuevo, luz de promesa, un lienzo blanco, tiempo que esper… Sus horas nacen como quimera, con sueños claros y gran nobleza. Que su llegada sea una certeza,
Días verdes de bosque y sombra, días azules donde el mar asombra. Cantan las hojas con brisa callada… rompe la ola su voz despejada. Brilla en el monte la luz matutina…
Queda el eco de tus pasos cruzando la alfombra. Una hebra de tu pelo enredada en la rejilla del desagüe… El amor—