Tierno Rey, luz nacida, manso grey, dulce vida. Dios eterno

En cada brisa viene tu fragancia, el eco tibio de tu voz callada, memoria dulce, herida no olvidada, que en mis pupilas vuelve en nosta… Las horas mueren, dolor que resum…

Tus blancos hilos rozan con el vie… susurros suaves de un ayer dorado, sabiduría en tiempos cincelado, siguiendo el ritmo lento del momen… La vida te ha esculpido a fuego le…

La ira es un fuego breve, chispa que arrasa con calma y razó… Es en la pausa donde el alma se el… es en el silencio donde nace el pe… Un río no se turba al primer guija…

Luz de la noche, testigo callada, susurro eterno de un tiempo perdid… brillabas dulce, con calma dorada, sobre el sendero que nunca he olvi… Tu rostro pleno de plata y de enca…

Bajo el sol de media tarde, en la plaza de Sevilla, la torera Valentina se enfrentó con sangre altiva. En sus manos, el capote,

Busco la luz anhelo ardiente, fulgor luciente, de Cristo Jesus. Oh Verbo fiel,

Anhelo la luz de Cristo, como el amanecer anhela al día, como el río busca al mar, y el alma sedienta su alegría. Es una llama que no se apaga,

En la tibia penumbra de la cocina tus manos y las mías bailan una danza callada. El agua hierve su impaciencia, la cafetera tiembla de aroma

El tacto de la luz me despierta, dura, afilada, como acero templado… araña mi piel que tiembla al filo de una sombra que respira. Gotas de viento me atraviesan,

Entre que sí y que no, la vida nos lleva, pasamos de largo, dejamos estelas. Nadie se va antes,

Día verde brilla, viento en el sendero, canta la semilla, bajo el sol sincero. Río que susurra,