Canta el río, voz sonora, fresco estío que enamora. Verde umbría,
Bajo el sol de media tarde, en la plaza de Sevilla, la torera Valentina se enfrentó con sangre altiva. En sus manos, el capote,
La alegría es pena que se va y se queda, es dulce cadena que el alma remeda. No existe en la vida
Mamá, hoy te escribo con tinta de suspiros, con palabras que vuelan como abrazos al infinito. Te busco en las estrellas,
Brisa de miel, roza mi piel, luces de abril, llamas sutil. Besos de sol,
Bajo la luna de seda y suspiros, arde tu piel en mi noche encendida… boca en mi boca, la flor de tu vid… fuego en mis labios de ansias y gi… Danza tu cuerpo con ritmos susurro…
Eres brisa en la montaña, río danzando entre piedras, sigues senderos de luna sin mapas ni fronteras. Llevas soles en la espalda,
Cuando el mal te besa, no llega como tormenta, ni con estruendo en la noche; llega suave, como el susurro de un viento cálido
Suena el verso, canta el alma, es un universo que nos calma. Fina estrella,
Me lo dijeron al alba, cuando la luna, en su empeño, se aferraba a la ventana como un pañuelo de sueño. Me lo dijeron al alba,
En los pliegues del viento, duerme la tinta dormida, susurros de un tiempo ido que el alma nunca olvida. Las letras, aves sin nido,
Amémonos sin prisa, sin medida, como el viento que besa la pradera… como el río que abraza su ribera, sin temor a la sombra ni a la heri… Amémonos con fuego y sin cadenas,
La vida canta, su risa es un torrente, sol que levanta las sombras de la mente. Florece el día,
El caracol cantor En un jardín muy soleado, vivía un caracol encantado. Cantaba al sol cada día, con su voz de melodía.
Plantaré un bello jardín, donde el viento susurre al alba, y sus hojas, como olas, bañen la tierra en su calma. Parecerá un vasto mar,