Soy naufragio en madrugada, un eco sin dueño ni sombra, un errante que se nombra con la voz de la nada. No sé si el alba es alba
Entre que sí y que no, la vida nos lleva, pasamos de largo, dejamos estelas. Nadie se va antes,
En la brisa va mi canto, como el río en su rumor, vuelve y vuelve su dolor, como el eco de un quebranto. Lo que amé quedó en encanto,
Me repito que has partido, que tu voz ya no me toca, pero hay algo que se invoca cuando del alma estas rendido. El silencio más dormido
Es un dios de humo, un altar sin fe, un incienso roto, un falso porqué. Es credo en la brisa,
Anhelo la luz de Cristo, como el amanecer anhela al día, como el río busca al mar, y el alma sedienta su alegría. Es una llama que no se apaga,
Salí al patio, buscando otra tarea… y me detuve al ver junto a la higu… esa silla que usaba mi abuela cuando tejía sin prisa, sin marea. Nadie la ocupa. Y sin embargo, vi…
Cuando el mal te besa, no llega como tormenta, ni con estruendo en la noche; llega suave, como el susurro de un viento cálido
Otra vez abri el cajon valiente, enfrentando el caos de los plastic… Encontre al tupper, tan obediente, esperando cierre, firme y clasico. Pero su tapa... ¡ausente, perdida!
El tacto de la luz me despierta, dura, afilada, como acero templado… araña mi piel que tiembla al filo de una sombra que respira. Gotas de viento me atraviesan,
Los hijos no se van, la vida los l… y aunque el alma los quiera retene… sus pasos dibujan su propia trama, sus alas nacieron para aprender. Ya no eres su faro, solo un reflej…
En un tazón se encuentra el univer… dulzura y magia en perfecto compás… la nata fresca inicia el gran vers… cremoso manto de aroma y solaz. El coco rallado, copos de nieve,
Un día, en la inocencia del juego… sus ojos me atraparon sin saber, y en su risa hallé un brillo tan t… que mi alma empezó su amor a tejer… Ella jugaba, libre como el viento,
En el borde del día se descuelga la luz, como si alguien hubiera olvidado cerrar del todo la ventana. La brisa apenas existe.
Vino y pastel, queso y anís, trae el laurel y el toronjil. Panza feliz,