Ahí viene la mariposa, con su vestido de sol; bailoteando entre las hojas, como un sueño de color. Va cantando con el viento,
Es sombra que escapa, luz que se esconde, susurro en el viento, eco que rompe. Es ala en la brisa,
El sol asoma, brilla y juega, la casa huele a pan y miel, mamá en la mesa ya nos ruega: ¡Vengan todos, está listo el paste… Papá sonríe, cuenta un cuento,
Nació mi verso en la olla hirviend… donde el agua canta su son sonoro, se hizo estrofa cuando, riendo, saltó la sal con gesto de oro. En la sartén del alba espumosa
Busco la luz anhelo ardiente, fulgor luciente, de Cristo Jesus. Oh Verbo fiel,
Despierta, tierra mía, despréndete del manto de sombra y deja que el alba estalle como un cántico de espigas abierta… Que la luz camine descalza
¿Le duele la existencia? Compre dos parches para el alma. Aplique en seco. (No garantizamos resultados). Si no funciona:
Madre, en tus manos de luna duerme la brisa temprana, y en tus ojos de rocío se queda el alba callada. Cuando tu voz me acaricia,
En cada brisa viene tu fragancia, el eco tibio de tu voz callada, memoria dulce, herida no olvidada, que en mis pupilas vuelve en nosta… Las horas mueren, dolor que resum…
Mamita, Vamos al puerto, quiero pescar con mi cubito estrellas del mar.
Luz de la noche, testigo callada, susurro eterno de un tiempo perdid… brillabas dulce, con calma dorada, sobre el sendero que nunca he olvi… Tu rostro pleno de plata y de enca…
En las sombras del anhelo, brilla el fuego de un suspiro, como un eco azul y bello. Se desliza en lento giro, cual un río sin sendero,
Por ti en la sombra, vigilo el viento, sigo tu rastro, callado y lento. Ojos de fiebre,
Ya no eres esa rosa de Milton o la de de Rimbaud, o la de Sandr… se marchitó su fulgor en la sombra… se deshojó su esplendor en tu voz. No eres la rosa de antiguos poetas…
Sean tardos para airarse, que la ira nunca llega sola; trae consigo palabras filosas, heridas que ni el tiempo borra. Sean tardos para airarse,