Poma:
"Si un ser querido sufre demencia, no discutas cada cosa que hace, porque te agotarás y ellos sufren más"
Busca un rincón humilde en tu mora… donde la luz del alma sea refugio, y en él coloca con manos calladas el corazón que abraza al Niño just… Toma un cielo de estrellas bien bo…
Consentir a mamá, es un tributo a su amor infinito. En cada caricia, en cada palabra de aliento, ella ha tejido con hilos de ternura el refugio de nuestra existencia. Ella que nos dio ...
En la noche de sombras y penumbra, el aire murmura su canto sereno; allí donde el amor en su fiebre de… susurra el gemido de un sueño terr… La luna se quiebra sobre las aguas…
Cocineros de la luna Juan y Lulú, dos pequeños cociner… decidieron cocinar un postre since… —¡Hagamos un flan con trocitos de… —¡Y un pastel que parezca la luna…
De la mesa soy goloso, no lo puedo ya ocultar, que en la vianda hallo el gozo que otros buscan sin cesar. Un buen queso bien curado,
Hebras de plata en tu cabellera Hebras de plata en tu cabellera, tiempo bordando su sutil empeño, huellas de historia, susurros de u… dulce alborada que el alma venera.
Camina la brisa con los pies descalzos de la tarde… silenciosa, como un eco dormido en la nostalgi… Las hojas tiemblan
La luna serena, el viento callado, luces titilantes el cielo bordado. Estrellas que cantan
En el café perdido del recuerdo, hallé tu sombra dibujando el vient… Mi pecho, brújula de un sentimient… se ancló en las calles de un amor… Tus risas, hojas caen en este acue…
Cae miel dorada, brilla en su fulgor, flor iluminada, sueño y resplandor. Si no está conmigo,
Hoy me metí en una dieta estricta, sin pan, sin pasta, sin pizza frit… Solo ensaladas, cosas sin grasa... ¡Y un humor de perro que nadie agu… El desayuno fue un té con chía,
En el ruedo me detengo, la arena besa mis suelas, y el sol, como un dios altivo, me viste de oro y estrellas. Brillan fuerte los caireles
Ahí viene la mariposa, con su vestido de sol; bailoteando entre las hojas, como un sueño de color. Va cantando con el viento,
No es su aroma, ni el tacto de sus pétalos dormido… ni la sombra que proyecta bajo la tarde extinta. La rosa es otra cosa.
Un día, en la inocencia del juego… sus ojos me atraparon sin saber, y en su risa hallé un brillo tan t… que mi alma empezó su amor a tejer… Ella jugaba, libre como el viento,