Fluye el río sin prisa, sin miedo, como el viento que danza sin rumbo… cada instante un latido, un mister… un sueño que nunca sucumbe al segu… Las olas que besan la orilla,
Días verdes de bosque y sombra, días azules donde el mar asombra. Cantan las hojas con brisa callada… rompe la ola su voz despejada. Brilla en el monte la luz matutina…
Eres sombra protectora, verde templo de los dias, donde anidan melodias y la calma se enamora. En tu entrana se respira
La poesía no miente, solo muestra… un reflejo en palabras del alma y… Es el grito del aire que no encuen… es la huella del fuego cuando la p… No es ciencia ni oficio, es el art…
Tu piel curtida brilla en la negru… músculos fuertes como la montaña. Forjas el oro que el suelo acompañ… con manos rudas, con voz de ternur… Cargas la mina con sangre y con fu…
Busco la luz anhelo ardiente, fulgor luciente, de Cristo Jesus. Oh Verbo fiel,
Mamá, vamos a pescar florecitas en la mar. Dicen que hay rosas danzando, que van y vienen cantando. ¿Será cierto, mamá linda,
Poema: “Decálogo de Navidad” Género: Poesía clásica Tono: Melancólico, Reflexivo Amarás en diciembre con amor sin m… al que vaga en las sombras y se si…
En el cielo una estrella, brilla con gran resplandor, anunciando con su luz que ha nacido el Salvador. Estribillo:
Febrero llega con los bolsillos ll… con cartas que nunca se enviaron y besos flotando en el aire, como hojas que el viento no se atr… Las calles huelen a rosas temprana…
Sábado en asador, brasa que se estira. El humo delira con rojo sabor. Papita en honor,
El poeta es pan amasado con las lágrimas de su madre, fermentado en noches de vigilia, horneado en el fuego de su voz. Antes de pronunciar versos,
El Año Nuevo, luz de promesa, un lienzo blanco, tiempo que esper… Sus horas nacen como quimera, con sueños claros y gran nobleza. Que su llegada sea una certeza,
Todavia arde la lampara que encend… Aun cantan los ruisenores en los p… Quedan cartas sin abrirse en cajon… Siempre queda una flor viva entre… Todavia guardo el vaso que tocaste…
Hebras de plata en tu cabellera Hebras de plata en tu cabellera, tiempo bordando su sutil empeño, huellas de historia, susurros de u… dulce alborada que el alma venera.