Poema: “Decálogo de Navidad” Género: Poesía clásica Tono: Melancólico, Reflexivo Amarás en diciembre al que nunca t… con un gesto sencillo que no busca…
Cuando el invierno abraza con su h… y el mundo entero viste blanca cal… mi madre alumbra el cielo de mi al… con un amor que nunca alza el vuel… Sus manos son refugio y terciopelo…
Tu nombre es un río que nunca se q… un rumor de mar en la piel de la t… una grieta de luz que atraviesa la… Caminas descalza sobre la memoria, con las manos abiertas y el pecho…
Consentir a mamá, es un tributo a su amor infinito. En cada caricia, en cada palabra de aliento, ella ha tejido con hilos de ternura el refugio de nuestra existencia. Ella que nos dio ...
En las sombras del anhelo, brilla el fuego de un suspiro, como un eco azul y bello. Se desliza en lento giro, cual un río sin sendero,
Tierno Rey, luz nacida, manso grey, dulce vida. Dios eterno
Mujer, latido de aurora temprana, surco de viento en la piel del día… vas enhebrando con manos de sabia los hilos sutiles de la alegría. Y aunque la bruma intente callarte…
Es fiebre de lunas en la garganta, un río que llora versos de fuego, la danza febril del viento y del r… el eco que canta, el llanto que en… Es sangre morena que nunca espanta…
El sol asoma, brilla y juega, la casa huele a pan y miel, mamá en la mesa ya nos ruega: ¡Vengan todos, está listo el paste… Papá sonríe, cuenta un cuento,
Plantaré un bello jardín, que al mar hará parecer, donde el pájaro cante al alba y las estrellas al anochecer. En él alzaré un palacio,
1. Valora el tiempo como un gran t… que en cada instante guarda su oro… 2. Cultiva el alma con fe y bondad… y siembra en el mundo más humanida… 3. Cuida el cuerpo, tu fiel compañ…
Me miro en el río callado, en el brillo húmedo del suelo, en los ojos que me observan como un eco sin tiempo. Eres tú y soy yo,
Enamorarse es levantar un cielo con las manos desnudas, erigir un sol que arde solo para d… y confiar en su fulgor incierto. Es dibujar promesas en el aire,
El tacto de la luz me despierta, dura, afilada, como acero templado… araña mi piel que tiembla al filo de una sombra que respira. Gotas de viento me atraviesan,
En la esquina gris del patio frío, se esconde un niño de alma herida, con su sombra juega al desvarío, con su pena canta sin medida. Nadie escucha el eco de su risa,