—¿Estaría en tumbas? —¿Me arrancarían los brazos? —¿Me dejarían tirada en la calle después de una pelea? —¿Podría adornar una oficina?

Lo que nadie sabe El nombre que me niega La sonrisa que no alcanza El cabello que no crece La oración sin punto

Quizás después de mil años nos veamos las heridas, espero que cerradas. Una que otra abierta para que no se nos olvide sentir.

Mi espalda registraba lo dulce de su lengua recorriéndola. Las células de mi cuello guardaban los secretos de su alien…

No me había descubierto hablando tanto de mí. No sabía que podía angustiarme si el tiempo pasaba lento y no sabía de vos.

Vení, sentate a mi lado, acompañame un rato, entrá a mis laberintos, te dejé la puerta abierta.

El adiós lo tengo en la punta de l… y se me resbala todas las veces, se me cuela entre los poros y empi… Empiezo de nuevo: te instalaste en la parte trasera…

Hoy le presté más atención a la noche y al cielo: estaban nublados igual que yo.

Mis esfuerzos son como piezas de d… Vos sos el péndulo que derriba uno… Ese uno derriba a otro Y así lentamente todos los esfuerz… Quedan derribados inamovibles.

Vamos en medio del diluvio, mirás personas con capa otras con… otras bailando porque la vida les… La lluvia cae por igual pero no moja por igual;

Morir, morir de mí, morir de injusticia, morir de incredulidad, morir de angustia. Morir de nunca ver

Yo soy las letras y las letras son mías. Nos provocamos, nos sentimos y nos tocamos.

Se quedaron en la gaveta Para que nadie las leyera, No eran cartas Eran sentencias. Cada carta tenía