De «Poéticas poco cínicas y muy insuficientes»
Desde que te conocí, poesía, me hice la misma pregunta. Desde que te conozco, me he hecho la misma pregunta. Y siempre estuviste,
—¿Cómo se llama esto? —Mar. —¿Y para qué sirve? —Para irse.
Las horas sin advertir mutaron, son más prófugas y audaces. Los convidados escasean, más irónicos e hipócritas, tiñen las paredes
lamento destruir sus castillos en… pero yo soy el hombre más rápido d… me lo imaginé ya a usted apuntándo… cuando todavía usted ni el disparo… y lamento destruir mis castillos e…
Oigo a los pájaros cantar, dejo de escribir el poema…
Cuando quiero conocer a alguien me busco en Google. Aparecen personas que me reconocen… y otras que huyen de mis ojos inqu… a veces soy perseguido y otras per…
Desperté, pero el mundo sigue dorm…
Desperté dentro de un gato en su ú…
despierto de un sueño extraño dentro de mi otro yo sembré a otro yo
señor pasajero, si su avión no se… se lo debe a santa bona de pisa aunque en los aeropuertos no se ha… y los que aterrizan regresen al at…
duele mi costado algo sale de mi pecho soy yo en otro cuerpo
ya sé que de mejores
por favor, siéntese usted para pod… y sin riesgo de desmayo porque hoy… el día internacional de los derech… sí, con confianza, ríase usted de… que no saben que los humanos son l…
Más que temerle a qué dirán le temo al qué diré.
—¿Qué libros me recomiendas leer? —Todos.