De «Leyes mudas de la mano alzada»
Cuando el poeta se queda solo la tierra tiembla. Tiemblan juntos… No se sabe si por lo mismo o por todo lo contrario.
Quienes me ven en la calle no sabe… Aún no es hora de encerrarme.
vivo de las palabras no
Gano dinero de mil maneras pero no haciendo poesía. Estoy a salvo. Por ahora.
Sé que no existe quién me ampare. Me atañe más quién me extrañe. No importa si ella, de la mano, me… por una noche larga, sin fin, sin… etérea, como mi amor por la vida,
Resulto ser la bala. Irrumpo en la batalla, busco el corazón de la guerra. De camino, mato lo que soy, siembro nuevos miedos.
Una bestia de siete cabezas me habita y, como es natural, cada cabeza tiene su propia dieta. La que más vigilo
Por poeta, creo, vivo rogando. Con el mazo dándome y rogando no ser poeta.
Todo verso nace porque sí. De sí.
Soy un animal defectuoso: escribo y leo, pienso y actúo. Pero tengo un problema mayor: el animal preferido de dios es el…
luego de siglos haciendo versos
Por fin lo descubrí: el mundo es una ruleta rusa, y nosotros la bala.
La noche en altas dosis envenena.
no cualquiera ignora desde un bill… y no cualquiera hace un poema ince… aunque todo billete valga menos qu… y cualquier persona que no lo cono… no cualquiera es poeta luego de ir…
Lo que perdura una vida, es un dilatado segundo. Vemos cuan inútil resulta invertir en contarlo, tocarlo, cuando estamos pisando