De «Un (casi) poema (malo) al día»
La humanidad vino de un árbol que… La humanidad es una pared a punto… La humanidad, conmigo adentro, es…
por favor, siéntese usted para pod… y sin riesgo de desmayo porque hoy… el día internacional de los derech… sí, con confianza, ríase usted de… que no saben que los humanos son l…
No importa cuántas horas pasen entre poema y poema. La poesía no sabe leer el reloj.
Adivinaciones vetustas renaciendo… Genios científicos estudiados por… Grandes pasos para la humanidad má… Primer nuevo paso del big bang otr… Consecuencias de la quietud del mu…
señor pasajero, si su avión no se… se lo debe a santa bona de pisa aunque en los aeropuertos no se ha… y los que aterrizan regresen al at…
Mañana será otro día, le dije a la poesía mientras se en… al riguroso placer de volver a cas… Mañana será el mismo día, dije cuando ya no me escuchaba.
El secreto de este negocio es que siempre estamos leyendo.
La poesía es como los relojes: funcionan todos igual, pero diferente. Como el pan antes de serlo,
[el poeta en cuestión se ahorró es… … [aún espera el pago de los interes…
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.
La tarde cayó en mis ojos y se rompió en mil y un pedazos. Soy el trozo mil uno y los demás son incontables.
Resulto ser la bala. Irrumpo en la batalla, busco el corazón de la guerra. De camino, mato lo que soy, siembro nuevos miedos.
Soy poeta y no tengo remedio. Ni quiero tenerlo. Soy poeta, y es irremediable:
Gano dinero de mil maneras pero no haciendo poesía. Estoy a salvo. Por ahora.
La luz sirve para que no nos asuste la oscuridad que somos.