De «Leyes mudas de la mano alzada»
no cualquiera ignora desde un bill… y no cualquiera hace un poema ince… aunque todo billete valga menos qu… y cualquier persona que no lo cono… no cualquiera es poeta luego de ir…
La señal del cosmos se trenza en e… para que yo, grillete último, líe… lo emancipe y lo vislumbre, vuelto un trapo, inmundicia, y con el pesado parpado,
lo bueno de que toda la industria… esté más encochinada que la de las… la farmacéutica, aunque la otra ta… es que si usted, hombre de corta e… recibe el balón y está inspirado p…
Me pregunto si la tierra con sus entrañas llenas de oro sabe que es la tierra. Me pregunto si la tierra sabe qué es el oro.
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.
La veo acercarse, por mí. Sin traje de gala arrima, sin armas. De albo fulgoroso viste sus negras empresas. La veo cada noche, en mi cama,
—¿Quién es usted? —Eso debería saberlo usted.
Ya no intento convertir los poemas en pan. Intento multiplicarlos.
—Nos vemos allá, si te parece. —Sí, seguro, pero, ¿cómo te recono… —Soy el que va disfrazado de perso…
Vino la luz a buscarme y se fue sin despedirse. Se equivocó de espejo, tal vez, o no la pude
Aguas negras de color rojo que nad… Hacinamiento ulterior a la muerte. Igualdad de partes en partes desig… Restos remojados en espera de la l… Pictogramas de la colombianidad mo…
Ser poeta en esta época (en esta vida, en esta era) no tiene mérito alguno (cualquiera podría, a muchos les t… ni don ni gracia
nazco de mí lo veo desde la lejanía la sangre asusta a mi sangre la vida consuela a mi vida
Somos tan pequeños que ni sabemos… Somos tan pequeños que la mayoría… desconoce nuestra existencia, nues… Y somos tan pequeños que si desapa… casi nada en el universo lo llegar…
Desperté dentro de un gato en su ú…