de «Leyes mudas de la mano alzada»
Tibio lecho, de dispares usos, cuéntale, al oído, de tus amantes anteriores, de los que, como él, dejaron sus sudares en tus tejidos… y partieron, a otro camastro,
En algún lugar sin nombre, sin mapa, estoy esperándome. El lugar es adentro de mí y cada vez se aleja más de donde e…
ya sé que de mejores
fui niño y lo supe
la ley que aplica para
no soy poeta ni no
—¿Cómo se llama esto? —Mar. —¿Y para qué sirve? —Para irse.
Cada historia que me fue contada es oída, cíclicamente, una y mil v… cuando estoy en silencio, y, además, guardada bajo llave, como un gran secreto,
siguen impunes como si partir
usted no necesita presentación aunque no le sobre, don nica y perdone que lo llame así pero es así como usted se llama como sea, y aunque fuera mejor que…
La poesía, esa pobreza. Se garabatea durante mil años y se… o en menos, en un segundo, sin lee… se lee en un segundo y no se adivi… La poesía, esa mezquindad.
el respeto al complejo ajeno
Discípula inequívoca matando a una… Hija perfecta salvando a hijos imp… Hermana pública multiplicando por… Contravención de estatutos natural… Lógica de las hormonas futuristas…
una bestia huye de mí y sobrevive yo huyo de otra bestia que sobrevivió
La luz sirve para que no nos asuste la oscuridad que somos.