de «Leyes mudas de la mano alzada»
No importa cuántas horas pasen entre poema y poema. La poesía no sabe leer el reloj.
Ya no intento convertir los poemas en pan. Intento multiplicarlos.
Cuando quiero conocer a alguien me busco en Google. Aparecen personas que me reconocen… y otras que huyen de mis ojos inqu… a veces soy perseguido y otras per…
es más fácil ahora antes
—¿Quién es usted? —Eso debería saberlo usted.
Además una cosa: El poeta está ahí Para que el árbol no crezca torcid… Nicanor Parra Los malos poetas
hay luz en todos lados mis pupilas duelen y mi alma no sabe qué no hacer
La vida es estratégica y regresa, siempre y sin falta, cuando me estoy muriendo.
Soy poeta y no tengo remedio. Ni quiero tenerlo. Soy poeta, y es irremediable:
Tibio lecho, de dispares usos, cuéntale, al oído, de tus amantes anteriores, de los que, como él, dejaron sus sudares en tus tejidos… y partieron, a otro camastro,
El día de la madre, de mi madre, e… Ella me enseñó a ser lector, y a r…
Hallo un manuscrito de mi juventud… Lo edito y lo publico. Suenan risas grabadas.
De la tierra viene todo lo que va hacia ella.
La luz sirve para que no nos asuste la oscuridad que somos.
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.