De «Nuevos cantos mañaneros, desafinados y mudos»
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.
Más que temerle a qué dirán le temo al qué diré.
Resulto ser la bala. Irrumpo en la batalla, busco el corazón de la guerra. De camino, mato lo que soy, siembro nuevos miedos.
Colombia es el poema más difícil q… Trozo lagrimoso de trópico soñando… Montañas prodigiosas perdiendo la… Ríos antiguos de sangre nueva. Todos los verdes posibles.
La noche en altas dosis envenena.
El secreto de este negocio es que siempre estamos leyendo.
Soy un animal defectuoso: escribo y leo, pienso y actúo. Pero tengo un problema mayor: el animal preferido de dios es el…
Cada historia que me fue contada es oída, cíclicamente, una y mil v… cuando estoy en silencio, y, además, guardada bajo llave, como un gran secreto,
—¿Por qué vistes de negro? —Es el duelo. —¿Por alguien? —Con alguien. —¿Quién?
Ser poeta en esta época (en esta vida, en esta era) no tiene mérito alguno (cualquiera podría, a muchos les t… ni don ni gracia
no soy poeta ni no
Los pájaros no salen a volar porque sí.
No tengo dónde anidar el mundo es cada vez más plano.
—¿Estudias o trabajas? —Soy escritor.
vivo de las palabras no