De «Leyes mudas de la mano alzada»
Desperté, pero el mundo sigue dorm…
nazco de mí lo veo desde la lejanía la sangre asusta a mi sangre la vida consuela a mi vida
lamento destruir sus castillos en… pero yo soy el hombre más rápido d… me lo imaginé ya a usted apuntándo… cuando todavía usted ni el disparo… y lamento destruir mis castillos e…
Desperté dentro de un gato en su ú…
una bestia huye de mí y sobrevive yo huyo de otra bestia que sobrevivió
Si dijera que esto es un poema, lo… Pero si dijera que esto es un poem…
seguir reglas pero si están
El día de la madre, de mi madre, e… Ella me enseñó a ser lector, y a r…
Quienes me ven en la calle no sabe… Aún no es hora de encerrarme.
Aunque sean molinos son gigantes,… Sé de lo que me habla siempre que…
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.
Me da lástima tu sangre cuando cor… sin ritmo ni prosa hacia cualquier… Me doy golpes de pecho por no pone… vieja y desportillada para que no… La otra noche tu muerte me importo…
una palabra por vez y
—¿Por qué vistes de negro? —Es el duelo. —¿Por alguien? —Con alguien. —¿Quién?
siguen impunes como si partir