La imagen de la ensenada
Monitorea el color naranja el paso del tiempo a través de sus trazos,
Van desplazándose manchas pisadas verdes sobre la caída desprolija que en la bajada forman como un sendero sinuoso cuyo final es inconcluso,
Monitorean los borrones naranja el paso del tiempo,
Tú estás quién sabe dónde pero en esa ensenada estás mirando igual que yo, estás olfateando un futuro lirondo y marrón, con aves que beben agua en los pequeños lagos del terreno y se ve azul gris plateada la superficie hacia la barranca del frente;
desde allí se oye un sonido bravío y cálido al mismo tiempo, un tronar del espacio, expresión del interior del río que nos responde o nos mueve; nos presumen pasivos los espectros mientras miramos y disfrutamos de los manchones naranja que han coloreado la escena;
todo parece vibrar un segundo.
Las sonrisas recrean las posibles veredas que vamos a utilizar para fugarnos,
Miramos los colores de los reflejos del agua y salimos de allí a la par, con la algarabía de quién piensa y siente, de quienes, amados, caminan hacia otro sitio.
