En un plano horizontal,
Reflejado de azul violáceo,
Como un vidrio sin tregua, repleto de flashes luminosos,
La mirada de tus ojos desliza su profundidad,
Despilfarra fulgores.
Del otro lado de la rasa perspectiva
Mis ojos también miran,
Alucinados por los reflejos violetas.
Ello, en sí mismo, podría ser suficiente.
Romperlo, sin embargo, es necesario,
Cruzarlo con colores naranja,
O con un movimiento.
Decirle a tu mirada que la amo pero que no la roas,
Haberte tirado unas gotas de agua para aumentar cristales,
Haberte tocado las piernas para abrir los respiros,
Haber soplado tu deseo para mover el mundo.
Tallos del sur crecen,
Cruzan el plano, atraviesan la línea de hechicería de los ojos,
O
Imperfectas flores traslucen en el supuesto vidrio,
El viento sopla y el blanco o rosáceo amarillo de las flores contrasta con el violeta,
Una suave caricia, como un pétalo, acerca tus manos a las mías rogando que el hechizo dure para siempre.