Naranja corre la línea que va de tus ojos a la espesura.
Naranja deja el trecho y de allí fucsia tu beso en mi boca.
Babas de núcleos, volátiles núcleos que en el vértice de tu hombro se deslizan y rompen más pequeños.
No son gotas, son bólidos.
Rojos otros labios y amor,
Esencia de aquello que traes.
Roce de ósculos,
Placer que suda, temblor que tiembla
Y vibra.
Caliente lava que sale o blanco mineral que se amontona en un
sendero rojo
y la luna en el techo.
El flanco también está suave,
Curvado horizontal, con marcas más suaves.
Como si lograra atenuar en algo la espesura,
Como si pudiera observar desde la distancia.
Pasa una caricia por el flanco y lleva fragancias hasta donde nuestros sueños anidan, uno al lado del otro.
Minucioso el anochecer,
Sabia la savia.