#EscritoresMexicanos
Tal vez cuando nací alguien puso e… una rama de mirto y se secó. Tal vez eso fue todo lo que tuve en la vida, de amor. Porque después (oh, rostro traicio…
Me vio como se mira al través de u… o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte
Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca. Ninguno está tan cerca. A ningún… un olvido, una ausencia, a veces m… Matamos lo que amamos. ¡Que cese…
Entre la muerte y yo he erigido tu… que estrelle en ti sus olas funest… y resbale en espuma deshecha y hum… Cuerpo de amor, de plenitud, de fi… palabras que los vientos dispensan…
Los fragmentos de mil dioses antiguos derribados se buscan por mi sangre, se aprisi… recomponer su estatua. De las bocas destruidas
Quisimos aprender la despedida y rompimos la alianza que juntaba al amigo con la amiga. Y alzamos la distancia entre las amistades divididas.
Voy a ponerme a cantar el muy famoso corrido de un asunto que se llama el eterno femenino, y del que escriben los sabios
La oscuridad engendra la violencia y la violencia pide oscuridad para cuajar el crimen. Por eso el dos de octubre aguardó… para que nadie viera la mano que e…
VII He aquí que la muerte tarda como e… Nos va invadiendo, lenta, poro a p… Es inútil correr, precipitarse, huir hasta inventar nuevos caminos
Porque éramos amigos y, a ratos, n… quizá para añadir otro interés a los muchos que ya nos obligaban decidimos jugar juegos de intelige… Pusimos un tablero enfrente de nos…
Lo supe de repente: hay otro. Y desde entonces duermo solo a med… y ya casi no como. No es posible vivir
Te lo voy a decir todo cuando mura… Te lo voy a contar, palabra por pa… al oído, llorando. No será mi destino el del viento q… solo y desmemoriado.
Para el amor no hay cielo, amor, s… este cabello triste que se cae cuando te estás peinando ante el e… Esos túneles largos que se atraviesan con jadeo y asfi…
Como la cera blanda, consumida por una llama pálida, mis días se consumen ardiendo en tu recuerd… Apenas iluminas el túnel de silenc… y el espanto impreciso