#EscritoresMexicanos
Tal vez cuando nací alguien puso e… una rama de mirto y se secó. Tal vez eso fue todo lo que tuve en la vida, de amor. Porque después (oh, rostro traicio…
Hablábamos la lengua de los dioses, pero era también nu… igual al de las piedras. Éramos el abrazo de amor en que se… el cielo con la tierra.
Convaleciente de tu amor y débil como el que ha aposentado largamen… agonías y fiebres, salgo, purificada y tambaleante, al reclamo de calles y de patios.
La oscuridad engendra la violencia y la violencia pide oscuridad para cuajar el crimen. Por eso el dos de octubre aguardó… para que nadie viera la mano que e…
Algún día lo sabré. Este cuerpo q… mi albergue, mi prisión, mi hospit… Esto que uní alrededor de un ansia… de un dolor, de un recuerdo, desertará buscando el agua, la hoj…
Me vio como se mira al través de u… o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte
Te lo voy a decir todo cuando mura… Te lo voy a contar, palabra por pa… al oído, llorando. No será mi destino el del viento q… solo y desmemoriado.
Cataluña hilandera y labradora, viñedo y olivar, almendra pura, Patria: rememorada arquitectura, ciudad junto a la mar historiadora… Ola de la pasión descubridora,
Sentadito en la sombra —solemne con tu bocio exoftálmico;… (en apariencia, al menos, debido a… de los párpados); frío, frío de repulsiva sangre fría.
Porque éramos amigos y, a ratos, n… quizá para añadir otro interés a los muchos que ya nos obligaban decidimos jugar juegos de intelige… Pusimos un tablero enfrente de nos…
Miro las herramientas, el mundo que los hombres hacen, do… sudan, paren, cohabitan. El cuerpo de los hombres prensado… su noche de ronquido y de zarpazo
Cuando abro los periódicos (perdón por la inmodestia, pero a… un poco de verdad es más alimenticia y confortante que un par de huevos a la mexicana…
Inclinada en tu orilla, siento com… Trémula como un sauce contemplo tu… formada de cristales transparentes… Huyen contigo todas las nítidas im… el hondo y alto cielo,
Has muerto tantas veces; nos hemos… en cada muelle, en cada andén de los desgarramient… amor mío, y regresas con otra faz de flor recién abiert…
Solo la voz, la piel, la superfici… pulida de las cosas. Basta. No quiere más la oreja, qu… rebalsaría y la mano ya no alcanza a tocar mas allá.