#EscritoresMexicanos
El sitio que dejó vacante Homero, el centro que ocupaba Scherezada (o antes de la invención del lengu… en que se congregaba la gente de l… para escuchar al fuego)
…porque la realidad es reducible a los últimos signos y se pronuncia en sólo una palabra… Sonríe el otro y bebe de su vaso. Mira pasar las nubes altas del med…
¿Qué se hace a la hora de morir? ¿… ¿Se agarra por los hombros al que… ¿Se echa uno a correr, como el que… las ropas incendiadas, para alcanz… ¿Cuál es el rito de esta ceremonia…
Considera, alma mía, esta textura Áspera al tacto, a la que llaman v… Repara en tantos hilos tan sabiame… y en el color, sombrío pero noble, firme, y donde ha esparcido su res…
Al pie de un sauce, triste Narcis… o cerca de una roca inexorable quiero dejar mi cuerpo como el que deja ropas en la playa… Ay, mis brazos, guirnaldas desceñi…
En una tierra antigua de olivos y… ha fechado mi amigo su más recient… Lo imagino escribiendo, sentado en… a la orilla del mar, tirando piedr… sobre el lomo verduzco de las olas…
Amigo, no es posible ni nacer ni m… sino con otro. Es bueno que la amistad le quite al trabajo esa cara de castigo y a la alegría ese aire ilícito de…
No, no es la solución tirarse bajo un tren como la Ana d… ni apurar el arsénico de Madame B… ni aguardar en los páramos de Ávil… del ángel con venablo
La piedra no se mueve. En su lugar exacto permanece. Su fealdad está allí, en medio del… donde todos tropiecen
Como la cera blanda, consumida por una llama pálida, mis días se consumen ardiendo en tu recuerd… Apenas iluminas el túnel de silenc… y el espanto impreciso
He aquí la regla de oro, el secret… Tener un sitio para cada cosa y tener cada cosa en su sitio. Así arreglé… Impecable anaquel el de los libros…
Quisimos aprender la despedida y rompimos la alianza que juntaba al amigo con la amiga. Y alzamos la distancia entre las amistades divididas.
Antes cuando me hablaba de mí mism… Si yo soy lo que soy y dejo que en mi cuerpo, que en mi… suceda ese proceso que la semilla le permite al árbol
Ahora estoy de regreso. Llevé lo que la ola, para romperse… —sal, espuma y estruendo—, y toqué con mis manos una criatura… el silencio.
Miro las herramientas, el mundo que los hombres hacen, do… sudan, paren, cohabitan. El cuerpo de los hombres prensado… su noche de ronquido y de zarpazo