Roberto ávila

Pedazos

Cómo hierves, mal, en sus mentiras.
Cómo seduces, sal,  esta vejez.
Cómo  eres, vida, en esta oscuridad.
Cómo pereces, niña, entre pupilas.
Como es hartazgo, sed, de tu sin fin.
Como hiedes, sexo, entre  dedos.
 
Para que así, siendo tarde,
existan en las  paredes de este manicomio
que un día llamamos casa,
la certeza de que el fantasma aún se cuela por las cortinas.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Roberto ávila...



Arriba