Si mueres de amor, amor,
no me mires en tu espejo,
no disfrutes tu agonía,
no declames otras vidas.
Si mueres de ti, mujer,
aniquila tus medidas,
desaloja las heridas
y disfruta sus lamidas.
Si mueres de pasado,
deja el tiempo entre la ropa,
desmenuza y hazte recia entre bocas rotas,
sé declive de puertas tontas
para hallarte entre las rocas
de otros cuerpos que se tocan.
Si vas a morir, amor,
muérete toda,
sin espacios blancos,
sin letras prestadas,
sin volverte encrucijada.
Si vas morir, mujer,
muérete ya
y no me dejes nada de que hablar.