Es cuando golfos y bahías de sangr… coagulados de astros difuntos y ve… inundan los sueños. Cuando golfos y bahías de sangre atropellan la navegación de los le…

¡Arriba, trabajadores madrugadores! ¡En una mulita parda baja la aurora a la plaza el aura de los clamores,

Lejos, lejos. Adonde las estancias olvidan guant… y las consolas sueñan párpados y n… Un sombrero se hastía y unos lazos sin bucles se cansan.

¡Qué revuelo! ¡Aire, que al toro torillo le pica el pájaro pillo que no pone el pie en el suelo! ¡Qué revuelo!

La que ayer fue mi querida va sola entre los cantuesos. Tras ella, una mariposa y un saltamonte guerrero. Tres veredas:

Es más, estáis de acuerdo con los asesinos… con los jueces, con los legajos turbios de los min… con esa bala que de pronto puede h…

(Siglo XIX) Llevaba un seno al aire, y en las… –nieve roja– una crespa clavelina. Era honor de la estirpe gongorina y gloria de los mares albertianos.

El diablo hocicudo, ojipelambrudo, cornicapricudo, pernicolimbrudo y rabudo,

Rosa de Alberti allá en el rodapi… del mirador del cielo se entreabrí… pulsadora del aire y prima mía, al cuello un lazo blanco de moaré. El barandal del arpa, desde el pie

Ven. Ven. Así. Te beso. Te arranco. Te arrebato. Te compruebo en lo oscuro,

Dejé por ti mis bosques, mi perdid… arboleda, mis perros desvelados, mis capitales años desterrados hasta casi el invierno de la vida. Dejé un temblor, dejé una sacudida…

Las tierras, las tierras, las tier… las grandes, las solas, desiertas… Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, al sol y a la luna.