#Andaluces #Españoles #Generación27 #PremioNobel #SigloXX
¡Pescadores, pescadores, lanzad el arpón al viento y en banderas sin colores izad vuestro sentimiento! Lloren los ojos del puente
Siempre andar de bajada o de subid… entrar, salir y entrar… ir al merc… ¿A cómo están los huevos? ¿Y el p… Se va en comer y en descomer la vi… Ir a los templos, ya la fe perdida…
¡Ja, ja, ja! Qué gracioso está mi corazón vestido de smoking rojo ¡je, je, je!
¡A la mar, si no duermes, que viene el viento! Ya en las grutas marinas ladran sus perros. ¡Si no duermes, al monte:
Antes de ser o estar en el bramido que la entraña vacuna conmociona, por el aire que el cuerno desmoron… y el coletazo deja sin sentido; en el oscuro germen desceñido
¡Qué altos los balcones de mi casa! Pero no se ve la mar. ¡Qué bajos! Sube, sube, balcón mío,
Ven, mi amor, en la tarde de Anie… y siéntate conmigo a ver el viento… Aunque no estés, mi solo pensamien… es ver contigo el viento que va y… Tú no te vas, porque mi amor te ti…
Anémona encantada enamorada. Orquídea despeinada enamorada. Flor abierta o cerrada
Si mi voz muriera en tierra llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombardla capitana
Mil novecientos diecisiete. Mi adolescencia: la locura por una caja de pintura, un lienzo en blanco, un caballete. Felicidad de mi equipaje
¡Qué blanca lleva la falda la niña que se va al mar! ¡Ay niña, no te la manche la tinta del calamar! ¡Qué blancas tus manos, niña,
No hagas caso, Altair, de las murmuradoras, ciegas conste… calumniosas estrellas solitarias, los errantes cometas o las indefinidas oscuras nebulosa…
A embestidas suaves y rosas, la ma… Sueño equivocado, Ángel sin salida… Al lindero de mi alma, que recuerd… indecisa, dudó, inmóvil: ¿Vertida estrella, Confusa luz en…
De lona y níquel, peces de las nub… bajan al mar periódicos y cartas. (Los carteros no creen en las sire… ni en el vals de las olas, sí en l… Y aún hay calvas marchitas a la lu…
«Para mí, tú: la poesía, el bello sur, donde los vinos por las laderas y caminos derraman fuentes de alegría. ¿Qué hacer en ti sino cantar