A través de los siglos, por la nada del mundo, yo, sin sueño, buscándote. Tras de mí, imperceptible, sin rozarme los hombros,

Si yo nací campesino, si yo nací marinero, ¿por qué me tenéis aquí, si este aquí yo no lo quiero? El mejor día, ciudad

Pirata de mar y cielo, si no fui ya, lo seré. Si no robé la aurora de los mares, si no la robé, ya la robaré.

Niebla», tú no comprendes: lo cant… el tabaco inocente, tonto, de tu m… los largos resplandores que por el… al saltar, rayo tierno de brizna d… Mira esos perros turbios, huérfano…

No dormireis, malditos de la espad… cuervos nocturnos de sangrientas u… tristes cobardes de las sombras tr… violadores de muertos. No dormireis.

¿Por qué me miras tan serio, carretero? Tienes cuatro mulas tordas, un caballo delantero, un carro de ruedas verdes,

Mi corbata, mis guantes, Mis guantes, mi corbata. La mariposa ignora la muerte de lo… la derrota del mar por los escapar… Mi edad, señores, 900.000 años. ¡…

A ti, contorno de la gracia humana… recta, curva, bailable geometría, delirante en la luz, caligrafía que diluye la niebla más liviana. A ti, sumisa cuanto más tirana

Cúbreme, amor, el cielo de la boca con esa arrebatada espuma extrema, que es jazmín del que sabe y del q… brotado en punta de coral de roca. Alóquemelo, amor, su sal, aloca

Me digo y me retedigo. ¡Qué tonto! Ya te lo has tirado todo. Y ya no tienes amigo, por tonto. Que aquel amigo

¡Amor!, gritó el loro (Nadie le contestó de un chopo al… ¡Amor, amor mío! (Silencio de pino a pino.) ¡Amooor!

Ninguno comprendíamos el secreto n… ni por qué la esfera armilar se ex… Sólo sabíamos que una circunferenc… y que un eclipse de luna equivoca… y adelanta el reloj de los pájaros…

Zumbó el lamento del mar cuando me habló por teléfono. Yo, en la llanura.!Qué lejos la novia del litoral! Saltó del Norte a Levante.

Por la tarde, ya al subir; por la noche, ya al bajar; yo quiero pisar la nieve azul del jacarandá. ¿Es azul, tarde delante?

...Y ya estarán los esteros rezumando azul de mar. ¡Dejadme ser, salineros, granito del salinar! ¡Qué bien, a la madrugada,