1
Aquel rostro, aquel libro, aquel paisaje,
Y todo el iris y yo mismo, todo,
Todo en tu agua sedienta
De imágenes.
2
Te saludan los pájaros, las cosas
Todas afinan para ti
Su mejor alba de sonrisas.
Y recuerdan tus viajes, cuando ibas
Como un poco de río
Redondo y frágil, por el cauce
Innúmero del viento.
Y te recuerdan, Arca de Noé,
Porque las regalabas a los niños,
Transmutando en juguetería
De Noche Buena, el Mundo.
3
Y la vida niña soplándote,
Oh pompa, oh árbol de cristal de alma,
Por aquella raíz
Que te ocultó en su seno Poesía,
Y te era, en el cielo, rama en flor
Y pájaro en la rama.
Y la vida, sin fin, soplándote,
Sin fin, sin fin, burbuja de emoción,
Hasta tu fin sin ruido ni violencias
—Cuando mucho con un rocío amargo
Y trémulo, como de lágrimas.