Todo este día corrió
El tren por mi pensamiento.
Toda la noche su sirena
Rayará mi desvelo.
Y no poder imaginar
El vértice hipotético
En que se une la vía, tan lejano.
Nunca, nunca podré beber el sueño
En la confluencia amarga de su grito
Y mi sollozo, siempre paralelos
Y persiguiéndose,
Toda la noche, en mi desvelo.