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Como el ratón en la trampa, acabo de caer, sin comprenderlo todavía, en esta extraña trabazón de alambres, en esta imprevista jaula de dolor físico. Hubo un tiempo en que me tenía por u...
Sólo clavándose en la sombra, chup… de la sombra, se logra hacer para… Grato es el aire, grata la luz; pe… y el que no ponga el alma de raíz,…
En mi jardín hay rosas: Yo no te quiero dar las rosas que mañana... Mañana no tendrás. En mi jardín hay pájaros
Para mí, Señor, no es necesario e… Y lo único que realmente necesito…
La miel guardé y se me agrió la mi… —Mariposa con sed junto a mis rosa… Guardé la luz y se extinguió en lo… —Noche la de tu amor... ¡Y sin au… Guarde el beso... y el beso se hiz…
¡Cómo se ha llenado de ti la soled… La soledad me huele a ti como si e… ¡Cómo está llena de ti la soledad,…
Voy —río negro—en cruces, en ángul…
Sol en el agua de la orilla... Pasa una gaviota: Hemos venido al mar. Y la recién casada está contenta;
Todo lo que guardé se me hizo polvo; todo lo que escondí de mis ojos lo escondí, y de mi propia vida. Nada te he quitado que me haya servido de paz o justificación para todo lo que me q...
En la tarde de ayer he visto en el museo la columnita de marfil que tú pintaste de azul, de rosa y de amarillo. Por esa frágil pieza sin aplicación y sin sentido en nuestras bastas exis...
Soledad, soledad siempre soñada...…
Dichoso tú, que no tienes el amor… Dichoso tú, que puedes encerrar tu…
No cambio mi soledad por un poco d… Pero es que el mucho amor también…
Más allá de tu nombre y de mi nomb… qué será este esperar sin esperanz…
El pequeño contrahecho conoce todas las piedras del jardín; las ha sentido en sus rodillas y entre sus manos ya escamosas de humano reptil.