Y primero era el agua: Un agua ronca, sin respirar de peces, sin orillas que la apretaran… Era el agua primero,

Era buena la Vida: Había rosas. Unos minutos antes me había sonreí… Pasó volando y me rozó la frente. No sé por dónde vino

Vivía –pudo vivir– con una palabra… Murió con la palabra apretada entr… Echaron tierra sobre la palabra. Se deshicieron los labios bajo la… ¡Y todavía quedó la palabra apreta…

Hay algo muy sutil y muy hondo en…

Señor, las criaturas que enviaste… aleteando junto a mi cabeza. Yo las sujeto por un hilo de sangr… se rompa el hilo... A pesar de qu… veo, inmersas como están en la tin…

Están cayendo las estrellas... —¿Qué estás diciendo, hermano? Son estrellas fugaces. —¡Están cayendo estrellas!... —Qué pensamiento extraño...

Para el amor más olvidado cantaré esta canción: No para el que humedece los ojos t… Ni para el que hace ya sonreír con un poco de emoción...

Amar la gracia delicada del cisne azul y de la rosa rosa; amar la luz del alba y la de las estrellas que se abren y la de las sonrisas que se alarga…

Amado mío, dame la rosa de ayer o…

En la lluviosa tarde del otoño vam… El viento hace volar las verdes ca… Qué viento tan crudo el de este ot… Los muertos deben tener frío... Pero yo tengo la primavera. ¡Toda…