#Escritoras #EscritoresGuatemaltecos
La memoria es una tumba abierta donde puedo enterrar la piedad por mí misma, mientras un felino se desliza muy suave
A veces huyo por intrincados caminos construidos de palabras, que me llevan a los páramos de nadie.
Me disuelvo en la magia giro en medio del fruto pulposo
Times square Il pleut dans mon coeur... Verlaine Bulle la colmena —sin aparente propósito—
En medio del invierno pensativo Manhattan seguía siendo en mi cabeza sólo una canción, para recordar a un hombre.
Mentira: el perfume la voz el encaje la mujer de plástico
Con ecos de casa vacía resuena tu nombre y se pierde en el laberinto de mi lengua. Desde este túnel
Te propongo la dulzura del higo, su carne sonrosada, replegada y húmeda como un animal marino.
A tu ancho cuerpo de jade y plata vuelvo, jinete de manos verdes y pleno cuerpo verde de fosforescencias nocturnas.
Por recorrer tu piel a pedacitos olvidé la piel agrietada de la patria, dejé de andar por sus caminos, no llegué hasta sus aldeas,
Yo imaginaba peces inverosímiles bajo ese mar que era –entre ocres… de un verde titubeante, cuando el ferry ancló en Ellis Is…
Tras las ventanas que tamizan la luz del sol que muere aguardaba el amor de un joven fauno, su ternura despiadada,
Amo mi casa por sus cuatro viejos costados llena de voces y ruidos: casa de adobe y machihembre que se queja por la noche
Casi podría decirte devorada por la angustia me asomo a la vieja cueva prohibida donde habitan
Aún deseo mis antiguos tiempos fetales, en que fui pez opalescente y ciego.