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La casa tan querida donde habitaba ella, sobre un montón de escombros arrui… o derruida, enseña el negro y carcomido
Abril florecía frente a mi ventana. Entre los jazmines y las rosas blancas de un balcón florido
Está la plaza sombría; muere el día. Suenan lejos las campanas. De balcones y ventanas se iluminan las vidrieras,
El primero es Gonzalo de Berceo l… Gonzalo de Berceo, poeta y peregr… que yendo en romería acaeció en un… y a quien los sabios pintan copian… Trovó a Santo Domingo, trovó a S…
Leyendo un claro día mis bien amados versos, he visto en el profundo espejo de mis sueños que una verdad divina
Lejos de tu jardín quema la tarde inciensos de oro en purpurinas lla… tras el bosque de cobre y de ceniz… En tu jardín hay dalias. ¡Malhaya tu jardín!... Hoy me par…
Te he visto, por el parque cenicie… que los poetas aman para llorar, como una noble sombra vagar, envuelto en tu levita larga… El talante cortés, ha tantos años
Pasan las horas de hastío por la estancia familiar el amplio cuarto sombrío donde yo empecé a soñar. Del reloj arrinconado,
Deletreos de armonía que ensaya inexperta mano. Hastío. Cacofonía del sempiterno piano que yo de niño escuchaba
Recuerdo que una tarde de soledad… ¡oh tarde como tantas!, el alma mí… bajo el azul monótono, un ancho y… que ni tenía un pobre juncal en su… ¡Oh mundo sin encanto, sentimental…
Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día doblando por él: ¡din-dan! Murió don Guido, un señor
¡Oh, dime, noche amiga, amada viej… que me traes el retablo de mis sue… siempre desierto y desolado, y sól… con mi fantasma dentro, mi pobre sombra triste
Mediaba el mes de julio. Era un h… Yo, solo, por las quiebras del ped… buscando los recodos de sombra, le… A trechos me paraba para enjugar m… y dar algún respiro al pecho jadea…
Al borde del sendero un día nos se… Ya nuestra vida es tiempo, y nuest… son las desesperantes posturas que… para aguardar... Mas Ella no falt…
Es una tarde cenicienta y mustia, destartalada, como el alma mía; y es esta vieja angustia que habita mi usual hipocondría. La causa de esta angustia no consi…