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—No te entiendo, mama, eso de ir esquivando las casas y buscando con los ojos los pastos o las mallacas. ¿Nunca tuviste jardín
¿En dónde tejemos la ronda? ¿La haremos a orillas del mar? El mar danzará con mil olas haciendo una trenza de azahar. ¿La haremos al pie de los montes?
Yo dije: “ahora a que la pobre Ma… Ella robó su rostro, ella ofendió… ella cubrió su voz para que no lla… Una voz dijo: “Vive para aprender… Con sólo que camines te la irás en…
No cantes; siempre queda a tu lengua apegado un canto: el que debió ser entrega… No beses: siempre queda, por maldición extraña,
A beber luz en la colina, te pusieron por lirio abierto, y te cae una mano fina hacia el álamo de mi huerto. Y he venido a vivir mis días
Cuando el tumulto se alejó, desapareció en la noche, los olivos hablaron: –Nosotros le vimos penetrar en el Huerto. —¡Todos le miramos, con una sola y estremecida mirada! —Cuando habló ...
El viento extranjero remece los costados de mi Casa. Puja en las puertas como el oso; salta en onza las terrazas y ya encontró y ya dobló
Yo no he sido tu Pablo absoluto que creyó para nunca descreer, una brasa violenta tendida de la frente con rayo a los pies. Bien le quise el tremendo destino,
Niño pequeño, aparecido, que no viniste y que llegaste, te contaré lo que tenemos y tomarás de nuestra parte.
En el llano y la llanada de salvia y menta salvaje, encuentro como esperándome el Aire. Giran redondo, en un niño
Era una charca pequeña, toda pútrida. Cuanto cayó en ella se hizo impuro: las hojas del árbol próximo, las plumillas de un nido, hasta los vermes del fondo, más negros que los de otras ...
En el medio del llano, un árbol seco su blasfemia alarga; un árbol blanco, roto y mordido de llagas, en el que el viento, vuelto
Azul loco y verde loco del lino en rama y en flor. Mareando de oleadas baila el lindo azuleador. Cuando el azul se deshoja,
Por si nunca más yo vuelvo de la santa mar amarga y no alcanza polvo tuyo a la puesta de mi casa, en el mar de los regresos,
Ya se acabaron las noches del verano que Dios hizo. No hizo el amoratado invierno que escarcha nidos, que traba pies de perdices