—No te entiendo, mama, eso de ir esquivando las casas y buscando con los ojos los pastos o las mallacas. ¿Nunca tuviste jardín

Ahora voy a aprenderme el país de la acedía, y a desaprender tu amor que era la sola lengua mía, como río que olvidase

Doña Primavera viste que es primor, viste en limonero y en naranjo en flor. Lleva por sandalias

Es verdad, no es cuento. Hay un Ángel Guardián que ve tu acción y ve tu pensamien… que con los niños va doquiera van. Tiene cabellos suaves

El viento Norte viene levantándose, ladino, y aunque es más viejo que Abraham, así comienza de fino, y si no se apura el paso,

—Mentaste, Gabriela, el Mar que no se aprende sin verlo y esto de no saber de él y oírmelo sólo en cuento, esto, mama, ya duraba

Ganas tengo de cantar, sin razón de mi algarada: ni vivo en la tierra de donde es la palma, Ni la madre mía

Una casa va naciendo en duna californiana y va saltando del médano en gaviota atolondrada. El nacimiento lo agitan

Manitas de los niños, manitas pedigüeñas, de los valles del mundo sois dueñas. Manitas de los niños

Mi amigo me escribe: “Nos nació u… La carta esponjada me llega de aquel vagido; y yo la abro y po… el vagido caliente en mi cara. Les nació una niña con los ojos su…

Le he encontrado en el sendero. No turbó su ensueño el agua ni se abrieron más las rosas; abrió el asombro mi alma. ¡Y una pobre mujer tiene

La rosa colorada cogida ayer; el fuego y la canela que llaman clavel; el pan horneado