#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX (1924) Canciones Ternura cuna de
Esta era una rosa llena de rocío: éste era mi pecho con el hijo mío. Junta sus hojitas
Resbalando los pastales y entrando por los viñedos que el Diablo trenza y destrenza desde la cepa al sarmiento, dan al animal y al indio
Quiero ver al hombre del faro, quiero ir a la peña del risco, probar en su boca la ola, ver en sus ojos el abismo. Yo quiero alcanzar, si vive,
Como si nos saludasen desde lo alto la llegada a la extremosa región a la madre más lejana, viene por los aires altos
Yo soy una que dormía junto a su tesoro. Él era un largo temblor de ángeles en coro; él era un montón de luces
Esta alma de mujer, viril y delica… dulce en la gravedad, severa en el… es una encina espléndida de sombra… por cuyos brazos rudos trepara un… Pasta de nardos suaves, pasta de r…
Esta agua medrosa y triste, como un niño que padece, antes de tocar la tierra desfallece. Quieto el árbol, quieto el viento,
El enigma de la fealdad tú no lo has descifrado. Tú no sabes por qué el Señor dueño de los lirios del campo, consiente por los campos la culebra y el sapo en el pozo. Él los consiente. ...
A la Patagonia llaman sus hijos la Madre Blanca. Dicen que Dios no la quiso por lo yerta y lo lejana, y la noche que es su aurora
Dios me perdone este libro amargo y los hombres que sienten la vida como dulzura, me lo perdonen también. En estos cien poemas queda sangrando un pasado doloroso, en el cual la canción ...
Entre los gestos del mundo recibí el que me dan las puertas. En la luz yo las he visto o selladas o entreabiertas y volviendo sus espaldas
La riqueza del centro de la rosa es la riqueza de tu corazón. Desátala como ella: su ceñidura es toda tu aflicción. Desátala en un canto
Amo las cosas que nunca tuve con las otras que ya no tengo: Yo toco un agua silenciosa, parada en pastos friolentos, que sin un viento tiritaba
Romped la marcha de hierbas que la hierba no rompéis; la muy amante retorna y la danzáis otra vez. Romped cebadas y trébol
Los huesos de los muertos hielo sutil saben espolvorear sobre las bocas de los que quisier… ¡Y éstas no pueden nunca más besar… Los huesos de los muertos