Yo vi caer un búho
desde las ramas altas,
hecho polvo,
hecho ruina;
lo miraba caer continuamente
a las puertas de Rusia.
Lo vi como estiraba
la pata negra al sol.
Franqueaba la ilusión,
las añagazas,
y el ala,
el pico roto
por la nieve
volaba siempre, el incesante.