#EscritoresArgentinos #PremioCervantes #SigloXX #1981 #LaCifra
La espada morirá como el racimo. El cristal no es más frágil que la… Las cosas son su porvenir de polvo… El hierro es el orín. La voz, el eco. Adán, el joven pa…
La noche nos impone su tarea mágica, destejer el universo, las ramificaciones infinitas de efectos y de causas que se pier… en ese vértigo sin fondo, el tiemp…
Nadie es la patria. Ni siquiera e… que, alto en el alba de una plaza… rige un corcel de bronce por el ti… ni los otros que miran desde el má… ni los que prodigaron su bélica ce…
Isaac Luria declara que la eterna… tiene tantos sentidos como lectore… versión es verdadera y ha sido pre… por quien ideó el lector, el libro… Tu versión de la patria, con sus f…
Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nad...
Ante la cal de una pared que nada nos veda imaginar como infinita un hombre se ha sentado y premedit… trazar con rigurosa pincelada en la blanca pared el mundo entero…
He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he… feliz. Que los glaciares del olvid… me arrastren y me pierdan, despiad… Mis padres me engendraron para el…
3. Desdichado el pobre en espíritu… 4. Desdichado el que llora, porque… 5. Dichosos los que saben que el s… 6. No basta ser el último para ser… 7. Feliz el que no insiste en tene…
La frase «un novelista alemán» es casi una contradicción, ya que Alemania, tan rica en organizadores de la metafísica, en poetas líricos, en eruditos, en profetas y en traductores, es n...
Hengist quiere hombres. Acudirán de los confines de arena… de chozas llenas de humo, de tierr… de lobos, en cuyo centro indefinid… Los labradores dejarán el arado y…
Bajo el notorio influjo de Chesterton (discurridor y exornador de elegantes misterios) y del consejero áulico Leibniz (que inventó la armonía preestablecida), he imaginado este argument...
Quiera Dios que la monotonía esencial de esta miscelánea (que el tiempo ha compilado, no yo, y que admite piezas pretéritas que no me he atrevido a enmendar, porque las escribí con otro...
Nada. Sólo el cuchillo de Muraña. Sólo en la tarde gris la historia… No sé por qué en las tardes me aco… este asesino que no he visto nunca… Palermo era más bajo. El amarillo
Las tardes que serán y las que han… son una sola, inconcebiblemente. Son un claro cristal, solo y dolie… inaccesible al tiempo y a su olvid… Son los espejos de esa tarde etern…
El libro es de Olaus Magnus el te… que no abjuró de Roma cuando el N… profesó las doctrinas de John Wyc… de Hus y de Lutero. Desterrado del Septentrión, buscaba por las t…